domingo, 26 de julio de 2009

Diario de Campo

El sábado 30 de septiembre, me dirigía a un sitio llamado “la villa” ubicado mas o menos por el rompoy de la '35', para tomarme una cerveza o comer algo, o simplemente para “dar una vuelta” con algunas personas cercanas.
Cuando llegamos a este sitio me encontré con muchos jóvenes, que comúnmente se reunen en este lugar, tal vez para despejar la mente, o simplemente para pasar un rato agradable entre los diferentes grupos de amigos, el negro es un de los colores que predominan entre estos, algunos poseen zapatos como los converse, otros las llamadas botas platineras; se ven jóvenes llamados “alternos”, percibí el olor del alcohol, apropiado de la cultura juvenil, además de esto una llamativa presentación de comidas rápidas para los diferentes gustos, de igual manera pequeños entornos donde se practica “tabla” o actividad física con la conocida patineta.

Es bastante peculiar el dialecto que se maneja entre ellos, pues no todos manejan como la misma estética o más bien los mismos códigos de comunicación e interacción, cada persona esta metida como en un “submundo”, en palabras coloquiales cada quién en su cuento o en su rollo.
Por lo anterior se puede decir que se percibe un ambiente ameno calmado y relajante, además apropiado para mirar las diversas maneras de manifestación e interacción entre los jóvenes que hacen parte de diferentes grupos juveniles.
Al hablar de grupos o comunidad, hacemos una relación inmediata con la adolescencia, ya que es una etapa de la vida donde se da un proceso de sobre identificación masiva, esto quiere decir que unos se identifican con otros, por ejemplo los floggers se van identificando con cada adolescente que van descubriendo a través de su tiempo de navegación. A los adolescentes se les dificulta mucho alejarse, aislarse de su grupo, no seguir la moda, no seguir haciendo clicks, haciendo amigos. Y así comienzan a compartir costumbres, vestimentas, lugares comunes para no apartarse ni siquiera un poco de su grupo.
Por ejemplo en la "villa" lugar de mi visita, salude a un chico llamado 'Mateo', e interactué unos pocos minutos con él, me dijo que los floggers, grupo al que pertenece, son aquellos adolescentes, en su mayoría, que tienen una cuenta de fotolog (Red social para subir y compartir fotos gratis). "Se sube una foto por día, comentanmos en fotolog ajenos que luego se vuelven conocidos"; lo que me lleva a una conclusión casi que inmediata, los floggers, son un claro ejemplo de como la tecnología comienza a influir no sólo en el campo de la misma, sino también en las interacciones humanas, y en la conformación del sujeto como tal. Despues de compartir en este tipo de escenarios virtuales, fijan algo presencial, en este caso la "villa", con la intensión de hablar, pasar un rato y lo más destacado interactuar musicalmente hablando, pues comparten el baile, la diversidad y el gusto por la música electrónica.
Estos 'pelaos' encuentran un nuevo lugar que le sirve para su identificación, desde la cómoda silla y el amparo de su casa, se comunican con sus pares, sus camaradas, por asi decirlo, arman comunidad intentando crecer y crear identificación o distintivos, hasta el compartir un baile o una bebida en una particular calle o escenario de la ciudad de Medellín.

1 comentario:

  1. este lugar esta destinado para anotaciones sobre la experiencia misma de investigar... pilas

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